Las pinturas de Gustave Caillebotte se consideran de un estilo único, muy próximo al impresionista. La temperatura de los colores casi siempre está en el límite entre cálido y frío, normalmente da la sensación de ambiente helado, atravesado por rayos solares. Sus composiciones muchas veces ofrecen un punto de vista diferente, ya sea por la temática o la perspectiva misma de las figuras, un ejemplo claro es la primera obra que se presenta en la lista, donde el punto de observación es irreal e intimo a la vez, producto de la imaginación del artista.